“Yo cogí las ovejas del rebaño de mi madre. Empecé con 120 o así. Un par de años o tres trabajé en la construcción, pero me volví a Polaciones. Hice alguna casa en Espinama, pero echaba de menos esto”
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“Esto para mí es la vida porque, aparte de que no tienes jefe, es la libertad. Nuestros orígenes salieron de aquí y esto me llama mucho. Yo en una ciudad estoy dos o tres días y ya no estoy a gusto. Y aquí, pues, disfruto”
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“Es un trabajo muy solitario y eso todo el mundo tampoco lo lleva bien. Tiene que gustarte la soledad y adaptarte a ella. Si no fuera por la familia, estaría semanas sin ver a nadie”
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“Este año el lobo me ha comido unas 80 ovejas. Es un desastre. Si no fuera por los mastines, no quedaba nada. Es imposible. Alimentar a cada mastín sale a unos trescientos y pico euros al año, entre comida y curarlos de las peleas que tienen con el lobo”
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“La sensación de libertad que encuentras aquí yo no la encuentro en ninguna parte”
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“Hay gente de ciudad que se llaman ecologistas y no tienen ni idea de qué es un animal y el proceso que lleva un puerto. En Cantabria hay un gran potencial en los puertos. En los puertos podríamos sacar una carne de la máxima calidad que puedas encontrar en el mercado y eso lo estamos perdiendo”
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“El pastero, el ternero de siete meses, que se cría aquí en los puertos en ecológico, lo estamos llevando a Aragón o a Cataluña a cebaderos, con piensos compuestos, antibióticos, hormonas… y después nos los traen de regreso a la carnicería”
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“En los puertos debería ser obligatorio tener ovejas y cabras. Cuanta más diversidad de animales tengan, más diversidad de plantas y más riqueza va a tener ese puerto. Si te centras solo en vacuno, la vaca solo va a comer la planta que le gusta; lo que no, se expande porque no lo come otro animal. La oveja tiene sus gustos, las cabras los suyos… y así mantienes a raya la lucha contra los incendios. Un rebaño de ovejas es igual que tener una cuadrilla desbrozando constantemente. A mí me gusta pensar que soy útil a la sociedad porque los incendios son un desastre”
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“Si desaparece la ganadería, el monte ardería. Llegaría un momento en que, por mucha precaución que tengas, habrá un incendio; si no es por una negligencia es por un despiste, y si no por alguien malintencionado. Cada vez los incendios son de más hectáreas quemadas. Eso es por el abandono del mundo rural. El abandono de las prácticas ganaderas que había en los pueblos”
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“Yo creo que el mundo rural se va a llenar. Será como un parque de atracciones donde la gente de la ciudad va a venir a divertirse. Quien se lo pueda permitir, se comprará una casita en los pueblos. Con la pandemia se ha notado mucho. Ahora empiezan a mirar los pueblos de otra manera. Se están comprando casas de fin de semana”
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“El turismo se apoya desde todas las instituciones. Sin embargo, la ganadería cada vez va a peor”
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“Mi padre nos crío y nos dio estudio a los tres hermanos con una cabaña de 30-35 vacas. Ahora con una de 80 vacas no eres capaz de hacerlo”
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“En este valle llegaron a haber 2.000 personas; ahora, en invierno, somos 100-110. En aquella época tenían unas vacucas, unas yeguas, unas cabras, unas ovejas y unos chones para pasar el invierno y daba para más que ahora”
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“Yo veía a los siete años (y ahora tengo 50) vender a mi padre los terneros por el mismo precio que ahora. Ha subido el salario de todo el mundo menos el de la ganadería. La ganadería se mantiene por la PAC, por las ayudas que nos da Europa. Yo considero que no tenían que haber llegado a la ganadería, les deberían haber llegado a los supermercados. Que no te den ayudas, pero que te dejen vender al precio que realmente vale”
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“La gente procura no tocar las vacaciones. Y ¿de dónde recortamos? Pues en lugar de comprar una chuleta de una calidad lo compramos de otra, en lugar de preocuparnos por ver de dónde viene, la compramos de Argentina que no tiene ningún control sanitario. En Europa producimos unos alimentos de una calidad aceptable y hay gente como yo que nos hemos metido en la ganadería ecológica. Estamos vendiendo lo bueno afuera y estamos trayendo lo de peor calidad”
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“La alimentación es salud. Estás invirtiendo en ti mismo. Ya hay gente que se está mentalizando de que hay que comer sano. Venimos de unos años en los que se ha incentivado la producción sin ningún tipo de control, cuanto más produzcas, mejor. Hay mucha gente que compra por los ojos… Igual mis chuletillas puestas en tienda no tienen la misma presencia, igual tiene un color más vistoso una chuleta que está producida de cualquier manera. Hay que comprar con la cabeza porque, al final, esa chuleta te va a transmitir salud. Estás invirtiendo en que una persona se gane la vida en un pueblo”
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“Desde hace unos años para acá se están incorporando jóvenes ganaderos. Hay chavales que de jóvenes marcharon y están volviendo y abriendo explotaciones. Eso, para Polaciones, es que hay alternativa, que no se va a acabar a corto plazo, pero está todo enfocado al vacuno. La gente es vida”
