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Esta familia de agricultores, que ya va por la tercera generación, se encuentran en Milagro, el municipio donde confluyen el río Ebro y el río Aragón. Su objetivo es tratar de transmitir su pasión por el campo a través de sus vegetales... ¡Y vaya que si lo consiguen! En el primer mordisco a las alcachofas de Tudela lo entiendes todo. La Ribera del Río Ebro tiene un clima ideal para cultivar toda clase de verduras: alcachofas, espárragos, tomate feo... ¡incluso cerezas! Eso sí, para comerlas habrá que esperar porque ellos solo trabajan con los tiempos de la naturaleza, con las temporadas y además recogen la fruta y verdura en su momento exacto de maduración. Y en 24 horas pasa del campo a la mesa. Por eso su sabor es de esos que dejan huella